Con el clima primaveral cambiante, en Fjällräven inevitablemente pensamos en cómo mantener la temperatura corporal adecuada en la naturaleza. La forma más simple de hacerlo es mediante el uso de capas. Es decir, la técnica de usar, añadir y/o quitar prendas estratégicamente para adaptarse a las condiciones meteorológicas y a tu nivel de actividad.
En resumen, las capas aseguran que mantengas una temperatura corporal cómoda mientras estás en la naturaleza.
Aunque es un sistema válido durante todo el año, el uso de capas es especialmente importante en la primavera, que suele ser una montaña rusa de climas cambiantes (sobre todo en Cile). Si bien sentir demasiado calor o frío durante largos periodos es solo una incomodidad temporal, se convierte en un problema serio si estás lejos de las comodidades del interior.
Entonces, ¿cómo lo soluciona el uso de capas?
De varias maneras. Primero, las capas nos mantienen abrigados atrapando el aire dentro de nuestra ropa, creando bolsas de aire. Nuestro cuerpo calienta la bolsa de aire más cercana a la piel para mantenernos abrigados. Además, protege contra los elementos como el viento, la lluvia e incluso el sol, lo que ayuda a regular aún más nuestra temperatura. Por último, las capas aseguran que no transpires demasiado. Si lo haces, las capas también cumplen la importante función de liberar la humedad que generas a través de la ventilación.
El uso efectivo de capas depende de cuatro componentes: la capa base, la capa intermedia, la capa de aislamiento y la capa exterior. Combinarlas correctamente asegura tu comodidad durante todas tus aventuras al aire libre.
Repasemos cada una, de adentro hacia afuera:
Las capas base son las prendas ajustadas a la piel que se usan más cerca del cuerpo. Idealmente, estas capas son suaves y transportan la humedad lejos de la piel para mantenerte seco. De hecho, en climas cálidos, una capa base puede ser todo lo que necesitas. En Fjällräven nos gustan especialmente las capas base de lana, ya que cumplen muy bien con estas funciones.
A continuación, están las capas intermedias. Se usan encima de la capa base para proporcionar aislamiento ligero. Las capas intermedias pueden estar hechas de una variedad de materiales, como lana y forro polar. “Pero espera un momento,” podrías pensar, “¿Las capas intermedias no son solo camisas?” ¡Sí! Pero en Fjällräven, consideramos “camisas” a las prendas abotonadas con puños y cuellos. Así que las prendas de manga larga, poleras, suéteres, chaquetas y tops forrados con polar también son capas intermedias efectivas.
Después viene la capa de aislamiento. Su función principal es atrapar aire dentro de la ropa, creando las bolsas de aire necesarias para mantener el calor. También son más gruesas, lo que impide que el aire se escape. En los días frescos de primavera y las noches de verano, ponerte una segunda capa intermedia de lana o forradas con polar puede ser suficiente para mantenerte cálido.
La última capa es la exterior, y su propósito es mantener los elementos fuera. De hecho, no necesitas usar una capa exterior hasta que haya viento, lluvia o incluso mucho sol. Las capas exteriores siempre deben tener algún método de ventilación disponible, lo que permite que entre aire para evitar que transpires y que la humedad pueda escapar si lo haces.
Agrega una capa, ajusta una capa, quita una capa. Repite según sea necesario. En serio, eso es todo lo que necesitas saber.
Esto es especialmente cierto cuando estás activo al aire libre. Caminatas, excursiones de un día, escaladas, viajes por la ciudad -o que sea que te guste- llevan tu cuerpo del descanso a la acción, y todo afecta directamente tu temperatura corporal. A medida que aumentan tus niveles de actividad, elevando tu ritmo cardíaco, calentando tu núcleo y haciéndote transpirar, considera quitarte una capa intermedia. Cuando tomes un descanso, vuelve a ponértela, junto con tu capa de aislamiento, para asegurarte de que el viento no te enfríe.
Lo importante es recordar que usar capas para el aire libre no es algo estático ni tiene un fin. De hecho, puede ser necesario ajustar tus capas varias veces. Ya sea que necesites calentarte, enfriarte, airearte o secarte, es un proceso en constante evolución para mantener la temperatura corporal óptima.
De todos los productos Fjällräven, la simple y duradera mochila Kånken ha sido la que más ha impulsado el reconocimiento mundial de nuestra marca. Y todo comenzó durante la temporada devuelta a clases de 1978.