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No esperes a una lluvia intensa para descubrir que tu chaqueta no te mantiene seco. Hay grandes diferencias entre impermeable, repelente al agua y resistente al agua. Aquí te explicamos cuáles son y por qué deberías prestarles atención.
¿Alguna vez compraste una chaqueta pensando que te mantendría seco bajo la lluvia, solo para descubrir – de la peor manera – que no era así? Cuando se trata de agua, no todas las chaquetas son iguales. Hay grandes diferencias entre impermeable, repelente al agua y resistente al agua, y eso sin contar la transpirabilidad.
Así que desglosaremos qué significa cada uno de estos términos y cuál es la opción adecuada para ti.
Este nivel ofrece la protección más baja contra el agua. Significa que el tejido, por su propia estructura, puede soportar lluvias ligeras por un tiempo antes de que el agua lo atraviese. Las telas densamente tejidas pueden resistir el agua hasta cierto punto, pero si se les aplica un tratamiento o recubrimiento, pueden volverse repelentes al agua.
Un paso más arriba de la resistencia al agua: este nivel significa que el material no permite que el agua lo penetre fácilmente. En su lugar, el agua se acumula en la superficie y forma gotas. Este efecto, conocido como "hidrofóbico", se puede mejorar con tratamientos como el encerado.
Por ejemplo, el material G-1000 de Fjällräven, hecho de algodón orgánico y poliéster reciclado, tiene cierta resistencia al agua. Pero al aplicarle Greenland Wax, se vuelve repelente al agua y, además, más duradero.
Si te sorprende una lluvia intensa, necesitarás una chaqueta impermeable. La impermeabilidad se mide en milímetros de columna de agua. Por ejemplo, las chaquetas High Coast Hydratic tienen una columna de agua de 10.000 mm, lo que significa que resisten la presión de 10 metros de agua antes de dejar pasar la humedad. Para condiciones aún más extremas, las Keb Eco-Shell tienen una columna de agua de 30.000 mm.
Pero no basta con ser impermeable, también es clave la transpirabilidad, es decir, la capacidad de la chaqueta para evacuar la humedad del cuerpo y evitar que te sobrecalientes por dentro. Para esto, se combinan materiales hidrofílicos con tratamientos DWR (Durable Water Repellent), logrando una chaqueta que te mantiene seco por fuera y cómodo por dentro.
Parece complicado, pero aquí está lo que debes recordar:
Las chaquetas resistentes al agua están hechas de tejidos densamente tejidos que pueden protegerte de lluvias ligeras por un corto período de tiempo.
Las chaquetas repelentes al agua, como las hechas con materiales hidrofóbicos, son adecuadas para lluvias moderadas.
Los productos de impregnación como la Greenland Wax aumentan la repelencia al agua de las chaquetas. Debes reaplicarlos periódicamente para mantener su efectividad.
Las chaquetas impermeables, como la Keb Eco-Shell, la High Coast Hydratic o la Vardag Hydratic Anorak, son la mejor opción para condiciones de lluvia intensa y humedad.
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