En Fjällräven amamos la lana. Y por muchas razones. Aparte de sus propiedades extremadamente funcionales, somos capaces de obtenerla de formas que nos hacen mucho sentido desde nuestra perspectiva de sustentabilidad. Lana reciclada, lana recuperada de criadores de ovejas suecos o lana 100% producida de forma regenerativa en Nueva Zelanda. Todas son parte de nuestros esfuerzos por reducir nuestro impacto ambiental y producir de manera sostenible.
Probablemente sabes que la lana te puede mantener caliente cuando hace frío, y frío cuando hace calor. Es un regulador de temperatura, gracias a su habilidad de atrapar el aire entre sus fibras. Eso es lo que le da a la lana su reputación de “acogedora”. La lana además absorbe la humedad del cuerpo y se lleva consigo los olores. Es un material increíblemente funcional para prendas de exterior que quieres que duren mucho tiempo. Es además un material muy interesante desde el punto de vista de la sustentabilidad, pero es importante ser cuidadoso de donde se obtiene y el tipo que se elige usar. Es por eso que tenemos diferentes tipos de lana en nuestra serie de productos de lana. Todas por diferentes razones.
En 2015 lanzamos nuestra “Promesa de plumas” - usamos plumas únicamente de origen ético y totalmente trazable en todos nuestros productos. En 2015, empezamos a ver cómo podíamos lograr lo mismo con todos nuestros productos de lana. Como explica Christiana Dolva “No podemos hablar de sostenibilidad de nuestros productos sin conocer el bienestar de los animales, las prácticas de uso de la tierra y la viabilidad económica de las granjas de las que nos abastecemos”. Como trabajabamos con proveedores de hilo, no era posible rastrear la lana hasta un grupo específico de granjas. Christiane agrega “Para poder tener lana que cumpla nuestros estrictos criterios, necesitamos conocer el hogar de las ovejas”. Así que sabíamos que teníamos que cambiar la forma en la que trabajábamos.
Nuestro progreso en la trazabilidad incluye nuestra asociación con ZQ Wool con sede en Nueva Zelanda - Ellos acreditan y trabajan con granjas a lo largo de Nueva Zelanda, Australia y Sudamérica y garantizan el suministro, la calidad y la integridad de la lana para una variedad de marcas en todo el mundo. Pero, por encima de todo, los objetivos principales de ZQ Wool son garantizar el bienestar animal y la sustentabilidad ambiental y económica. Obtenemos un certificado de ZQ Wool con todos los nombres de las granjas de donde provienen nuestros diferentes tipos de lana, lo que incluye un número de seguimiento que va hasta la granja.
También tenemos dos tipos diferentes de lana que se obtienen de reciclar y reutilizar material. La lana es un material brillante, demasiado bueno para desperdiciarlo. Es por eso que trabajamos con Re-Wool (lana reciclada) de productos viejos o desechos de la producción que pueden convertirse en excelentes productos nuevos. Utilizando la artesanía italiana tradicional, la lana reciclada se clasifica por colores, se tritura y luego se mezcla con otros colores para obtener un tono único. Finalmente, mezclamos el hilo con poliéster o poliamida para mayor resistencia.
“Lana recuperada” es una iniciativa que nació a raíz de que en Suecia la lana se desecha bastante. Esto nos molestó, ya que sabemos que el material es muy bueno. Fue entonces cuando se nos ocurrió la lana recuperada: esta lana es un subproducto de la industria de la carne que se recolecta de las granjas de ovejas suecas, principalmente en la isla de Gotland, donde la esquila anual de ovejas genera aproximadamente 100 toneladas de lana. Es más gruesa y no tiene las mismas fibras finas que la lana de las granjas productoras de lana, pero aún tiene las mismas propiedades que hacen de la lana un material brillantemente funcional.
La creciente colección Brattlandsgården, que está hecha totalmente con lana completamente rastreable del proyecto propio de lana a pequeña escala y gestionado holísticamente por Fjällräven en el norte de Suecia, es más que solo lana. La mayoría de las ovejas en Suecia se crían para la carne, lo que generalmente significa que su lana es bastante áspera y rígida, no tiene buenas cualidades para la ropa de lana, y por lo tanto, se desecha. Pero las ovejas de Brattlandsgården son un cruce entre una oveja sueca tradicional y una oveja merina. Como explica Erik, “La lana de Brattland es lana de una raza de oveja bastante nueva llamada Jämtlandsfår. Esta raza es una mezcla entre la oveja Merino y la oveja Svea. El Jämtlandsfår tiene una fibra muy similar a la Merino, pero se adapta mejor al clima escandinavo”. Para nosotros, nuestra asociación con Brattland Farm también es un terreno de prueba y aprendizaje.
La lana como material tiene un gran futuro por delante. Eso no es solo porque tiene muchas de esas necesidades funcionales que requerimos, sino también porque es muy interesante desde el punto de vista de la sostenibilidad. Es duradera, cuando se trata correctamente. Se puede reciclar. Y cuando está al final de su vida, puede volver a convertirse en algo nuevo. Como agrega Christiane: “Creemos firmemente en el material. Cuando se obtiene de manera adecuada, de granjas que respetan a los animales de una manera que puede ser regenerativa para el medio ambiente, hay un impacto positivo que es súper emocionante de investigar aún más”.